-¡Atención! Tenemos noticia de última hora, parece que el sindicato de lentejas anuncia una huelga indefinida. Conectamos con la señora Pardina Marx, su representante. Buenas tardes señora Marx, ¿podría explicarnos en qué consisten sus reivindicaciones?

-Buenas tardes, claro. Somos el colectivo de legumbres más discriminado, estamos hartas y lo único que pedimos es respeto.

Nosotras cumplimos incansablemente con nuestro cometido: germinamos, somos recogidas, empaquetadas y vendidas. Una vez en los hogares, somos hervidas y mezcladas con otros alimentos hasta ser, finalmente, servidas. Es en esta última fase cuando surge nuestro desprecio. Los niños juegan con nosotras en el plato, nos dan vueltas, nos lanzan desde la cuchara, se niegan incluso a probarnos y, cuando quedamos pocas supervivientes, se ejerce una fuerte violencia contra nosotras haciendo caminitos con nuestros cuerpos doloridos.

En pleno Siglo XXI debemos escuchar, sin excepción, como se nos menosprecia utilizando refranes como “lentejas, si quieres las comes y si no las dejas” o “lentejas, es cosa de viejas”.

Nos sentimos ofendidas y abandonadas. Nuestra contribución a la sociedad es inestimable: aportamos hierro, se nos puede acompañar de cualquier otro alimento y somos utilizadas como amuleto en algunos países.

Debemos luchar contra la injusticia.

¡Lentejas del mundo, uníos!

Candela Pablo Lassa, de Zaragoza

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