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Finalista

«Otra Vez»

Intenté parecer distraído, pero no coló.

– Javier, deja ya de hacerte el sordo y bájame a por lentejas – me dijo mi padre.

Dudé por un momento si decirle que me daba miedo bajar aquellas escaleras oscuras y buscar en la semi-penumbra el gran saco de lentejas, que como siempre, se encontraría en el último rincón del almacén. Pero a mi padre contarle aquello sería en vano. Si estaba de buenas, me soltaría alguna charla sobre el restaurante, y de cómo algún día sería mío. Si estaba de malas, lo que amenazaría con soltarme es una colleja.

Así que cogí el perolo y abrí la puerta del almacén. Prendí la luz, pero allí abajo, la oscuridad apenas se resentía del débil resplandor de la bombilla. Bajé las escaleras con cuidado, aferrándome a la pared, atento a no resbalar en aquellos peldaños traicioneros, y repitiéndome a mí mismo que no había nada que temer. Preguntándome, también, cuántas veces más seguiría bajando a por lentejas y cuándo se daría cuenta mi padre que hace un año que lo enterramos y cerramos el restaurante. Se rompió el cuello al caer por aquellas escaleras en busca de las puñeteras lentejas.

Diego Macias Bedoya
San Fernando (Cádiz)

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