febrero 28, 2020

El diablo está en los detalles

TERCER PREMIO

Tenía la dirección financiera al alcance de mi mano, sin embargo, pequeños detalles fuera de lo habitual y una llamada de la directora de recursos humanos para ir a comer me pusieron en alerta. Ella, la Jefa, extraña, ni femenina ni masculina pero seductora siempre, quizás fuera esa ambigüedad lo que la hacía eficaz, según Forbes la mejor ejecutiva del mundo.

El restaurante era de primera, hacían unas lentejas excelentes, exoticidad de moda en la City. Charla intrascendente en el primer plato, mi despido en el segundo, ni siquiera me irrité. Después de los postres pidió coñac, le alabé la elección. Insistió en que por mi puesto conocía datos estratégicos que se debían preservar por el bien de todos, sus labios remarcaron la palabra todos, asentí. Pagó, apuró el licor y se marchó. Quedamos para firmar el finiquito, cumplí mi promesa con su secretaria, era un hombre de palabra. El paso del tiempo me hizo adivinar lo sensibles que somos a los pequeños gestos, aquella copa para hombres en manos tan delicadas me convenció de que mi despido era una buena solución. Sólo cuando me vi en la cola del paro comprendí que algo no había entendido, un pequeño detalle.

Javier González Delgado, Terrasa (Barcelona)

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Narrado por David Sentinella